sábado, 9 de mayo de 2009

viernes, 8 de mayo de 2009

EL COCODRILO




¿POR QUÉ EL COCODRILO TIENE LA PIEL ÁSPERA Y RUGOSA?


En algunas aldeas de Namibia cuentan que hace mucho, mucho tiempo, el cocodrilo tenía la piel lisa y dorada como si fuera de oro.

Dicen que pasaba todo el día debajo del agua, en las aguas embarradas y que sólo salía de ellas durante la noche, y que la luna se reflejaba en su brillante y lisa piel. Todos los otros animales iban a esas horas a beber agua y se quedaban admirados contemplando la hermosa piel dorada del cocodrilo.

El cocodrilo, orgulloso de la admiración que causaba su piel, empezó a salir del agua durante el día para presumir de ella. Entonces, los demás animales, no sólo iban por la noche a beber agua, sino que se acercaban también cuando brillaba el sol, para contemplar la piel dorada del cocodrilo.

Pero sucedió, que el sol brillante, poco a poco fue secando la piel del cocodrilo, cubierta de una capa de reluciente barro, y cada día se iba poniendo más fea. Al ver este cambio en su piel, los otros animales iban perdiendo su admiración. Cada día, el cocodrilo tenía su piel más reseca hasta que se le quedo como ahora la tiene, cubierta de grandes y duras escamas parduscas. Finalmente, ante esta transformación, los otros animales no volvieron a beber durante el día al no poder contemplar la antigua hermosa piel dorada del cocodrilo.

El cocodrilo, antes tan orgulloso de su piel dorada, nunca se recuperó de la vergüenza y humillación y desde entonces, cuando otros se le acercan se sumerge rápidamente en el agua, con sólo sus ojos y orificios nasales sobre la superficie del agua.


Fuente: http://www.bibliotecasvirtuales.com/
Imagen: emdicbarbara.blogspot.com

jueves, 7 de mayo de 2009

EL ZORRO Y EL HOMBRE

Atardecer en embalse Termas de Río Hondo



El zorro sabía que el hombre era el que tenía más poder de todos, de todos los que había. Y justamente tenimos más poder, aunque no quiera el zorro.

-Pero a mí no mi hai de embromar -que dijo el zorro.

Y él sabía que el hombre acostumbraba a hachar. Y había sentido una hacha en el monte y se dirigió áhi.

Y áhi 'taba un hombre hachando. Y saludó y preguntó si era él el hombre. Le dijo que sí.

-¿Y qué 'tá haciendo, usté, aquí?

-Estoy rajando una viga -le dice el hombre.

-Vengo -es que le dice- para que me dé alguna idea cómo puedo hacer yo. Y usté, que dicen que es más poderoso, pero más poderoso que yo, no hai ser.

Bueno, diz que el hombre estaba con una hacha partiendo una viga con cuña, ¿no?, porque se usaba con cuña efectivamente, para que el trozo se vaya abriendo, ¿no? Y lo llamó el hombre al zorro para que le pusiera la cuña. Claro, pega el hachazo el hombre y lo abre con la hacha, y el zorro viene y le pone la cuña.

-Más, más adentro -es que le dice-, más adentro un poco.

Hasta que el zorro mete la mano en la rajadura y le saca la hacha y quedó prendido el otro. Y así lo embromó. Y ya no pudo embromarlo al hombre. Y claro, y el hombre lo embromó y lo dejó prendido áhi.


José Ignacio Herrera, Nueva Villa Río Hondo. Río Hondo. Santiago del Estero, 1970.



El narrador es originario del viejo pueblo de Río Hondo que ha quedado bajo las aguas del dique que se acaba de construir, se ha radicado en la Nueva Villa a donde ha sido trasladada parte de la población desalojada.

Recopilación: Vidal de Battini, Berta Elena.
Cuentos y Leyendas Argentinas Tomo III.
SANTIAGO DEL ESTERO

Imagen: imagenesargentinas.com.ar

miércoles, 6 de mayo de 2009

OSIRIS





La historia de Osiris es uno de los más antiguos mitos egipcios, cuyos orígenes se pierden en el tiempo. Era uno de los dioses más importantes de la mitología egipcia, pues Osiris fue el Rey de Egipto que en su resurrección representó el “Rey de la Muerte”. A él, todos los egipcios esperaban reunirse después de su muerte.

Cuenta le leyenda que Nut (Diosa del Cielo), hija del Dios Ra, el Dios Sol, se enamoró perdidamente del dios Geb (Dios de la Tierra).

Cuando Ra se enteró de esta relación, en medio de su furia, prohibió a Nut que en el término de un año de 360 días, tuviera hijos. Nut llamó a su amigo Thoth, para solicitarle ayuda.

El deseo de Ra debía cumplirse, pero Thoth tuvo una idea: se casó con la diosa de la Luna, Selene. La luz de Selene fue rival de la luz de Ra.

Thoth se sintió triunfante y fue recompensado con la séptima luz de Selene.

Esa es la razón por la cual la luna desaparece todos los meses.

Thoth tomó su luz y agregó cinco días más al año calendario, haciendo que el año tuviera 365 días.

Así, Nut tuvo cinco días para concebir, sin desobedecer la orden de Ra.
Nut tuvo así dos hijos y dos hijas: parió a Osiris (Rey de los muertos y de las fuentes de vida renovadas); a Seth, a Isis (Diosa de la Fertilidad y la Maternidad), y a Neftis.

Cuando Osiris nació, una voz exclamó: “El Rey de todos ha nacido”.

Osiris creció y se convirtió en un gran rey, colaboró con su pueblo, los adiestró en los trabajos agrícolas y en la crianza de los animales, los guió para realizar los códigos de las Leyes, y les enseñó a orar a sus dioses.

Osiris realizó un gran reinado, convirtió a Egipto en una gran Nación.

Y el pueblo comenzó a adorar la tierra en donde él pisaba.

Su esposa y hermana Isis siguió los pasos de su esposo en el reinado.

Osiris tenía un gran enemigo, su hermano Seth, envidioso y amargado, quien complotaba contra el rey Osiris.

Un día, Seth logró aliarse con Aso, la reina de Etiopía, y 72 conspiradores. Consiguió las medidas exactas de Osiris y construyó una caja muy bien ornamentada. Realizó un gran banquete al que invitó a Osiris y a los conspiradores. Realizó un convite para ver quién cabía perfectamente en dicha caja. Cuando llegó el turno a Osiris, al entrar cómodamente, le cerraron la caja, con clavos y la arrojaron al río Nilo. Otras leyendas dicen que lo cortó en pequeños pedazos.

Desde ese día, no se lo volvió a ver al rey Osiris entre los vivos.

Isis hizo embalsamar el cuerpo de su esposo con la ayuda del dios Anubis, quien se convirtió así en el dios del embalsamamiento.

Los ruegos y hechizos de Isis resucitaron a Osiris, quien llegó a ser rey de la tierra de los muertos.

Horus, hijo de Osiris (transitoriamente resucitado) e Isis, derrotó posteriormente al traidor Set en una gran batalla erigiéndose en el rey de la tierra.


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Imagen: http://elartedelahistoria.wordpress.com/

martes, 5 de mayo de 2009

EL MITO DE HUNZAHÚA


De acuerdo con las tradiciones muiscas, el primer Zaque de Tunja fue Hunzahúa, quien se distinguió por un férreo gobierno temido por los súbditos.

Hunzahúa se enamoró de su hermana, haciéndose caso omiso del incesto, que era prohibido.

Buscando algodón para las telas y arcilla para la cerámica, los hermanos viajaron a Chipatae en donde en arrebato de amor incestuoso se hicieron esposos.

La cacica madre al tener conocimiento del grave pecado de los dos hermanos, quiso castigar a su hija con la "sana" o sea el palo para revolver la chicha, pero la hija enamorada dio vueltas en torno a la vasija con gran facilidad.

En un arranque de ira, la cacica madre lanzó la sana y rompió la múcura llena de chicha, la cual se fue regando abundantemente para formar un gran pozo, el "Pozo de Hunzahúa".

Cuando Hunzahúa bajó de los Cojines del Zaque, después de su ceremonia matinal en homenaje al Sol, encontró en su cercado la triste realidad de su pecado y en sus alrededores una muchedumbre que protestaba contra los incestuosos hermanos.

Los hermanos enamorados decidieron dejar definitivamente a Tunja y no sabiendo por dónde mejor guiarse, Hunzahúa arrojó una tiradera al aire que les señaló el camino hasta Susa. Allí la hermana incestuosa tuvo un niño que se convirtió en piedra y fue dejado en una cueva.

Siguiendo la guía de la tiradera llegaron a las tierras de Bacatá y pasaron por debajo del Salto del Tequendama, en donde cansados y desilusionados determinaron convertirse en dos piedras que hoy están en la mitad del río.


http://compartiendoculturas.blogspot.com/2008/06/las-piedras-de-tunja.html
http://compartiendoculturas.blogspot.com/2010/08/el-salto-del-tequendama.html
http://compartiendoculturas.blogspot.com/2008/08/leyenda-de-hunzahua.html
Leyenda Muisca

lunes, 4 de mayo de 2009

EL CASTILLO DE IRÁS Y NO VOLVERÁS

Ilustración Jesús Aguado


Juan era un joven con mucho afán de aventuras, y si escuchaba algún relato fantástico, desoyendo los consejos, allí que quería ir también.

Un día oyó decir que a un caballero, que hacía días había emprendido el camino para ir al Castillo de Irás y no Volverás, no lo habían vuelto a ver y temían que le hubiera ocurrido alguna desgracia.

En cuanto se enteró de la existencia de ese misterioso castillo y de los posibles peligros que acarreaba su búsqueda se preparó y se dispuso a emprender la marcha.

Le habían dicho que había que atravesar el Bosque Frondoso y hacia él se encaminó.

Tras muchos días de marcha y cuando ya iba llegando al Bosque encontró una anciana que le preguntó.

-Buen mozo ¿dónde vas a estas horas tan lejos de tu casa?

-Voy al Castillo de Irás y no Volverás.

-Nadie que se aventura en busca de ese castillo vuelve,... no vayas

Pero no le hizo caso y reemprendió su camino.

La viejecita le dio su bendición y le dijo

-Que Dios te ampare

Anda que te andarás, llegó al Bosque Frondoso y comprobó con disgusto que por allí no se podía dar un paso de tan cerrada que estaba la vegetación, pero no se arredró por ello; sacó el hacha y se puso a podar, pero cuando más ramas cortaba, más pronto crecían otras.

Finalmente, cansado y desanimado, se sentó en una piedra quedándose dormido por el cansancio.

Y tuvo un sueño; una joven muy guapa le señalaba un lugar todo lleno de rosales por el que no había ni un solo árbol y el camino era llano.

Se despertó y, siguiendo las indicaciones de la joven, encontró el camino y llegó a un claro donde había un paisaje maravilloso; un castillo lleno de torreones, jardines, verdes prados y un lago; aquello era un paraíso.

Poco le duró su admiración, porque cuando iba hacia el castillo le salió al paso el diablo y le oyó decir:

-¿Quién ha invadido mis dominios?

- Yo, Juan, que he oído hablar de su morada y de sus maravillas y he venido a conocerlas.

-Antes me harás un favor; en este lago se le cayó a mi bisabuelo un anillo de brillantes, y en 24 horas espero que lo encuentres, después te mostrare mi mansión y si no lo encuentras ya puedes imaginarte qué futuro te espera.

Y lo dejó solo frente al lago.

Estaba tan preocupado que no sabía qué hacer, pero en esto vio venir por el camino a la joven de su sueño que le dijo:

-No sufras que yo te ayudaré. Me sacas la sangre, con mucho cuidado que no se derrame ni una gota, y haz lo que yo te diga.

Hizo lo que ella le dijo, la tiró al lago y cuando ella lo pidió le tiró la sangre, luego salió la chica del lago pero se derramó una gota de sangre que le faltaba en el dedo del corazón, le dio el anillo y le dijo que se lo diera a su padre.

Cuando le llevó el anillo, el diablo le dijo:

-O eres más diablo que yo o te hablas con Blanca Flor.

-Ni soy más diablo que tú ni me hablo con Blanca Flor.

El diablo le presentó a sus hijas y a su mujer y le dijo que se casaría con una de ellas, pero la tenia que elegir por el dedo que haría asomar por un agujero.

Blanca Flor le había advertido antes -No te preocupes, yo sacaré el que me falta la gota de sangre.

Así lo hizo y por eso la reconoció y la eligió, y así en el castillo se celebró una gran boda.

Cuando se fueron a acostar Blanca Flor le dijo a su marido: -Corre y ensilla el caballo más flaco que veas en las cuadras.

Mientras tanto ella puso en la cama dos pellejos uno de vino y otro de vinagre; en un pañuelo echó tres salivicas y les dijo: -Salivicas contestad por mí.

Y fue a encontrarse con su marido; éste no había hecho bien el encargo; el caballo era tan delgado que creyó no podría con los dos y ensilló otro. Estos caballos eran especiales; uno corría como el aire, otro como el viento y el otro como el huracán.

Montaron en el caballo y partieron.

Mientras tanto los padres preguntaban a cada poco -Hija mía ¿duermes o velas?

Y las salivicas decían cada vez más débiles -Velo

Hasta que se secaron y ya no respondieron.

-Ya se han dormido

Padre y madre, sin encender luces ni hacer ruido, fueron a la cama, pegaron un machetazo en las botas de vino y vinagre y ¡hala! los dos a beber.

-¡Puag! ¡qué mala es la sangre de mi yerno!

-Ésta es de mi hija ¡qué buena que está!

Pero cuando encendieron la luz, vieron con rabia que los habían engañado; el diablo salió corriendo y, sin ensillar el caballo, montó y a volar.

La hija que se dio cuenta de que su padre se acercaba, se quitó una peineta y tirándola convirtió al caballo en una ermita, ella en imagen y él en ermitaño.

El diablo le preguntó si había visto pasar a dos jóvenes en un caballo

-No; por aquí no pasó nadie-- le contestó Juan, y se fue convencido que se le habían escapado, pero su mujer le dijo que lo habían vuelto a engañar y volvió a buscarlos.

La hija se dio cuenta y entonces tiró un frasco de esencias y se hizo una sima tan grande que el diablo no la pudo superar y así pudieron escapar.

Y vivieron felices y colorín colorado este cuento se ha acabado y por la boca de este niño se ha colado.

http://www.todocuentos.net/castillo.html

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http://compartiendoculturas.blogspot.com/2008/10/los-gemelos.html

domingo, 3 de mayo de 2009

POPOCATÉPETL E IZTACCÍHUATL




Cuenta la leyenda que una princesa estaba enamorada de un valiente guerrero llamado Popocatépetl. Él fue a la guerra.

La princesa Iztaccíhuatl lo esperó, hasta que recibió la noticia de que Popocatépetl había muerto. La princesa lloró amargamente y murió de tristeza.

Volvió Popocatépetl triunfante pues la noticia no era cierta y el muerto era otro guerrero. El amante fue a buscar el cuerpo sin vida de su amada, la tomó en brazos y la llevó a lo más alto de la una colina, donde dejó el cadáver y fue a arrojarse a un volcán vecino.

La nieve cubrió la colina y dejó formada para siempre la figura de la princesa.

Desde entonces el volcán Popocatépetl arroja fumarolas de tristeza. Por eso Iztaccíhuatl quiere decir mujer dormida y Popocatépetl montaña que humea.

Imagen: skyscraperlife.com